¿Sonrojar o enrojecer?
Los pingüinos de Humboldt que habitan a lo largo de la costa del Pacífico de Chile y Perú, están adaptados al frío. Pero en tierra las temperaturas alcanzan los 37 grados y los pingüinos tienen que refrescarse. Por este motivo, tienen parches de piel desnuda de color rosa en la cara, bajo sus alas y en los pies. En días calurosos, estos parches agarran un color rosa profundo conforme la sangre se precipita hacia la superficie para disipar el calor. ¡Parece que los pingüinos se sonrojan, pero en realidad se enrojecen!
Visite birdnote.org para obtener más información y una transcripción de este episodio.